Mi pasión por el diseño surge de no sentirme cómoda o en sintonía con la ropa que se vendía cuando tenía 15-16 años. Empecé a experimentar y a crear mi propia ropa, customizando ropa vieja o transformando la ropa de mi padre y la mía. El diseño reciclado siempre ha estado en mi cabeza de forma inconsciente desde que diseñé a partir de los materiales y recursos que tenía, sin comprar nada nuevo. Por eso parte de la filosofía de la marca se basa en esta idea; partiendo de prendas básicas, de segunda mano o piezas muy clásicas que la gente actualmente no usaría, deconstruyéndolas y transformándolas en diseños más atrevidos, divertidos y ponibles en el día a día de las personas.